Desde ayer el Presidente Mauricio Macri se encuentra en España. Viajó por IBERIA, la firma de capitales españoles que compró Aerolíneas Argentinas allá por los ´90 y la llevó a la quiebra mediante diversas maniobras fraudulentas.
El objetivo principal de la misión es la búsqueda de inversiones extranjeras para el país, donde el Gobierno deposita sus expectativas para reactivar una economía que en 2016 cayó 2,4% según INDEC y sigue sin levantar. “Reglas claras y estabilidad” lanzó el Presidente; “La Argentina ahora es un país en marcha”, contestó Rajoy. Pero la reactivación sigue en duda, si tomamos por ejemplo el dato de la consultora Ferreres, que anunció una caída de la industria de 6,4% interanual en enero. Tampoco se percibe la invocada “lluvia de inversiones”. De nada sirvió volver al “Foro de Davos”, organizar un “Mini Foro de Davos” en el país y todas las desregulaciones que dispuso el gobierno en materia comercial y financiera: según el BCRA el año pasado la inversión extranjera sumó en total 2.523 millones de dólares, en línea con el promedio 2010-2015 y por debajo de lo que las propias empresas extranjeras sacaron al exterior gracias a las menores regulaciones (2.996 millones).
En esta búsqueda el presidente fue acompañado de una comitiva de 200 empresarios. Se destacan Alejandro Bulgheroni (Bridas); Sergio Nardelli (Vicentin); Adrián Kaufmann (UIA); Daniel Funes de Rioja (UIA); Luis Betnaza (Techint); Alejandro Mc Farlane (Edelap); Roberto Lanusse (Lanusse); Guibert Englebienne (Globant); y los CEOS de Santander Río, Ana Botín y Enrique Cristofani; el presidente del BBVA Banco Francés Francisco González y el CEO de la entidad bancaria en la Argentina, Martín Zarich, entre otros.
Analizando esta composición, estos nombres se pueden aglutinar fundamentalmente en tres grupos: (i) los ligados al agro, (ii) los vinculados al sector energético y la distribución de energía, (iii) los representantes del sector bancario. Los tres sectores son los que aumentaron su rentabilidad el año pasado de la mano de la devaluación y quita de retenciones, los tarifazos y la desregulación del sistema financiero respectivamente. En resumen estamos hablando de sectores que aumentaron su rentabilidad este año sin generar nuevos empleos. Es más, en algunos casos el crecimiento de sus ganancias fue a costa de destruir empleos y bajar salarios.
Esto está directamente relacionado con la búsqueda de inversiones en el exterior. La visita de Macri a España se encuentra en línea con uno de los puntos prioritarios del Gobierno desde principios de año: la reducción de costos laborales. Tal como expresa el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell: “Lo que pasa es que los países han de ser competitivos. Es un problema a nivel global. Tenemos que volver a ver cómo calculamos los costos laborales, el ausentismo, la competitividad en los puestos de trabajo”.
¿La agenda del Presidente es la del conjunto de los argentinos y argentinas? ¿O está actuando como representante de unos pocos actores económicos? ¿Quién tiene interés de bajar los costos laborales en el país sino las empresas extranjeras que buscan maximizar sus ganancias y llevárselas a sus casas matrices? Macri planteó desde España “una prioridad absoluta por la cual espero sea evaluado y calificado mi Gobierno, que es la capacidad que tengamos para reducir la pobreza”. Conviene recordar que las políticas que se han aplicado y espera profundizar con su gira internacional, ya generaron un millón y medio de nuevos pobres en sólo un año. Parece que eso no es aún suficiente y van por más.