● La devaluación posterior a las PASO habilitó el desembolso del FMI por U$S 7.500
millones, pero se tradujo en un rápido traslado a precios con fuerte impacto en la
medición de la inflación de agosto (12,4%) en un contexto de desaceleración de la
actividad económica.
● Los planes económicos de Melconian y Milei se centran en medidas fiscales ortodoxas
para abordar el problema de la inflación y el sector externo.
● Plan Melconian: centrado en medidas fiscales para combatir la inflación, apunta a un
superávit financiero en 2024 mediante recortes en subsidios, gastos ministeriales y
programas sociales. Considera mantener las retenciones a las exportaciones y legalizar
el bimonetarismo.
● Plan Milei: promueve la dolarización de la economía. Se identifican tres alternativas
para llevarla a cabo, aunque todas dependen de un financiamiento externo significativo.
Si se implementa, la economía enfrentará importantes riesgos de crisis bancarias y una
pérdida de flexibilidad económica.
● Las prestaciones sociales, los subsidios de tarifas y los salarios públicos representan el
80% del gasto total del gobierno nacional: lograr el equilibrio fiscal mediante una
reducción brusca del gasto implica un fuerte impacto negativo y directo sobre el ingreso
disponible de la población.
● La elevada inercia inflacionaria implica que ningún recorte del gasto público o control
cambiario pueden frenar la escalada de precios por sí solos. El desafío consiste en
formular un plan de estabilización que contemple la recomposición de los ingresos
deteriorados en los últimos años de la población trabajadora.